jueves, 23 de abril de 2009

LA LEY DEL PROCESO


LA LEY DEL PROCESO
El liderazgo se desarrolla diariamente,no en un día


Anne Scheiber tenia 101 años cuando mudó en enero de 1995. Durante años había vivido en un pequeño y descuidado estudio rentado en Manhattan. La pintura de las paredes se estaba descascarillando, y los viejos libreros estaban cubiertos de polvo. La renta mensual era de $400.00.


La señora Scheiber vivía del seguro social y de una pequeña pensión mensual que comenzó a recibir en 1943 al jubilarse de su cargo de auditora en el IRS [ Internal Revenue Service — Superintendencia de Contribuciones]. No le había ido bien en este lugar. Para ser más específicos, la agencia no había obrado bien con ella. A pesar de tener un título en derecho y de hacer un trabajo excelente, nunca fue ascendida. Y al jubilarse a la edad de cincuenta y uno, sólo estaba ganando $3.150 al año.“La trataron muy, muy injustamente”, dijo Benjamin Clark, quien la conocía mejor que nadie. “Verdaderamente tuvo que arreglárselas por sí misma en todos los aspectos. Realmente fue una tremenda lucha”.


Anne Scheiber era un modelo del ahorro. No gastaba dinero en sí misma. No compraba muebles nuevos cuando los que tenía se le desgastaban. Ni siquiera se suscribía a un periódico. Una vez a la semana iba a la biblioteca pública a leer el Wall Street Journal.


¡LLOVIDO DEL CIELO!
Imagine la sorpresa de Norman Lamm, el rector de Yeshiva University en la ciudad de Nueva York, cuando descubrió que Anne Scheiber, una andanita de la que nunca había oído hablar —y que nunca asistió aYeshiva— dejó casi todas sus propiedades a la universidad.


“Cuando vi el testamento, fue algo increíble, algo llovido del cielo en forma tan inesperada”, dijo Lamm. “Esta mujer se ha convertido en una leyenda de la noche a la mañana”. La herencia que Anne Scheiber dejo a Yeshiva University valía 22 millones. 1


¿Cómo pudo una solterona que había estado jubilada durante cincuenta años amasar una fortuna de 8 cifras?


Esta es la respuesta. Al momento de jubilarse del IRS en 1943, Anne Scheiber había podido ahorrar $5.000. Invirtió este dinero en acciones. En 1950 había obtenido suficientes ganancias para comprar mil acciones de la Shering-Plough Corporation, que tenían en ese tiempo un valor de $10.000. Y ella continuó con esas acciones, dejando que adquirieran más valor. Hoy, esas acciones originales se han dividido lo suficiente como para producir ciento veintiocho mil acciones, con un valor de $7.5 millones. 2


El secreto del buen éxito de Scheiber fue que esta dama pasó la mayor parte de su vida acumulando su fortuna. Aunque el valor de sus acciones subieran o bajaran, nunca pensó: “ ya he termínenlo de acumular; es tiempo de obtener el efectivo ”. Ella había decidido tomar el camino largo, el verdadero camino largo. Cuando ganaba dividendos —que se iban acrecentando cada vez más— volvía a invertirlos. Pasó acumulando todo el tiempo de su vida. Mientras otras personas mayores se preocupan porque pueden quedar sin fondos al final de sus días, Scheiber se hacía más rica mientras más tiempo vivía. Cuando se trataba de finanzas, Scheiber entendía y aplicaba la Ley del Proceso.


EL LIDERAZGO ES COMO LA INVERSIÓN —INCREMENTA
Ser un líder es como invertir con buen éxito en la bolsa de valores. Si usted espera hacer una fortuna en un día, no tendrá buen éxito. Lo que más importa es lo que hace día a día en el camino largo. Mi amigo Tag Short sostiene: “El secreto de nuestro buen éxito se encuentra en nuestro orden del día diario”. Si usted invierte continuamente en el desarrollo de su liderazgo, y permite que sus “bienes” incrementen, el resultado inevitable es el crecimiento paulatino.


En las conferencias cuando enseño acerca del liderazgo, la gente inevitablemente me pregunta si el líder nace. Siempre respondo: “Sí, por supuesto que nace … ¡aún no he conocido a uno que haya venido al mundo en otra forma!” Todos nos reímos, y luego respondemos la verdadera pregunta —si el liderazgo es algo que el individuo posee de suyo o no.


Aunque es verdad que alguna gente nace con dones naturales más grandes que otros, la capacidad de dirigir es en realidad una combinación de destrezas, que en su mayor parte pueden ser aprendidas y mejoradas. Pero ese proceso no tiene lugar de la noche a la mañana. El liderazgo es complejo. Tiene muchas facetas: respeto, experiencia, fuerza emocional, destreza en las relaciones con las personas, disciplina, visión, impulso, momento oportuno —y la lista sigue. Como puede ver, muchos de los factores que entran en juego en el liderazgo son intangibles. Por eso es que los líderes necesitan mucha experiencia para ser eficaces. Y por eso, sólo ahora, a la edad de cincuenta y un años, creo que estoy verdaderamente comenzando a entender con claridad los muchos aspectos del liderazgo.


LOS LÍDERES SON APRENDICES
En un estudio de noventa líderes principales de varios campos, los expertos en liderazgo Warren Bennis y Burt Nanus hicieron un descubrimiento acerca de la relación entre el crecimiento y el liderazgo: “Es la capacidad de desarrollar y mejorar las destrezas que marcan la diferencia entre los líderes y sus seguidores”. Los líderes exitosos son aprendices. Y el proceso de aprendizaje es continuo, resultado de la autodisciplina y la perseverancia. La meta de cada día debe ser mejorar un poco, edificar sobre el progreso del día anterior.


LAS CUATRO FASES DEL CRECIMIENTO DEL LIDERAZGO
Aunque usted no tenga gran capacidad natural para ellidecazgo, sudesarrollo y progreso probablemente se producirá según las 4 fases siguientes:


FASE 1—NO SE NO QUE NO SE
La mayoría de las personas no reconocen el valor del liderazgo. Creen que el liderazgo es sólo para unos cuantos —para las personas que están en las más altas posiciones de la compañía. No tienen idea de las oportunidades que están desaprovechando por no aprender a dirigir. Me di cuenta cabal de esto cuando el rector de una universidad me dijo que sólo unos cuantos alumnos se habían inscrito en el curso de liderazgo que allí se ofrec¡a. ¿Por qué? Sólo unos pocos creían tener fibra de líder. Si hubiesen sabido que liderazgo es influencia, y que en el transcurso de un d¡a la mayoría de los individuos trata de influir por lo menos en cuatro personas, hubiera surgido en ellos el deseo de aprender más acerca del tema. Esto es una lástima porque cuando un individuo no sabe lo que no sabe, no crece.


FASE 2—SE LO QUE NO SE
Por lo general, en algún momento de la vida somos colocados en una posición de liderazgo, y miramos a nuestro alrededor y descubrimos que nadie nos está siguiendo. Nos damos cuenta de que necesitamos aprender a dirigir. Y naturalmente, en ese momento el proceso puede comenzar. El Primer Ministro inglés Benjamin Disraeli hizo un sabio comentario: “El ser conscientes de que ignoramos los hechos es un paso decisivo hacia el conocimiento.”


Eso fue lo que me sucedió cuando ocupé mi primera posición de liderazgo en 1969. Toda mi vida había sido capitán de equipos deportivos y había sido presidente del gobierno estudiantil en la universidad, de modo que pensaba que ya era un líder. Pero cuando intenté dirigir a las personas en el mundo real, descubrí la terrible realidad. Esto me impulsó a comenzar a reunir recursos y aprender de ellos. También tuve otra idea: Escribí a los 10 mejores líderes en mi campo y les ofrecí cien dólares por media hora de su tiempo para poder hacerles algunas preguntas. (Esta era una suma bastante considerable para mí en 1969.) Durante los siguientes años, mi esposa Margaret y yo planeamos cada vacación en áreas donde vivían estas personas. Si un gran líder en Cleveland respondía que sí a mi solicitud, ese año pasábamos las vacaciones en Cleveland para que yo pudiera conocerlo. Y mi idea dio muy buenos resultados. Esos hombres compartieron conmigo conceptos únicos que no hubiera podido aprender en otra forma.


FASE 3—CREZCO Y APRENDO Y COMIENZA A SER EVIDENTE
Cuando usted reconoce su falta de destreza y empieza una disciplina diaria de crecimiento en el liderazgo, comienzan a suceder cosas muy emocionantes.


Una vez estaba enseñando a un grupo en Denver y noté entre la multitud a un inteligente joven de diecinueve años llamado Brian. Por unos días observé el mucho interés con que tomaba notas. Conversé con él unas cuantas veces durante algunos descansos. Cuando llegué a la parte del seminario en la que enseño la Ley del Proceso, pedí a Brian que se pusiera de pie para que todos escucharan lo que iba a decirle. Le dije: “Brian, te he estado observando aquí, y tu anhelo de aprender y crecer me ha impresionado mucho. Quiero decirte un secreto que cambiará tu vida”. Todo el mundo en el auditorio se inclinó hacia adelante.


“Creo que en unos veinte años, podrás llegar a ser un gran líder. Quiero animarte a que te conviertas en un aprendiz del liderazgo durante toda tu vida. Lee libros, escucha con regularidad cintas de audio, y sigue asistiendo a seminarios. Y cuando te encuentres con una verdad de oro o una importante, anótala y archívala para usarla en el futuro.


“No va a ser fácil”, dije yo. “Pero en 5 años verás progreso a medida que aumenta tu influencia. En 10 años irás desarrollando una competencia que hará muy eficaz tu liderazgo. Y en veinte años, cuando apenas tengas treinta y nueve años de edad, si has seguido aprendiendo y creciendo, otros comenzarán a pedirte que les enseñes acerca del liderazgo.Y algunos quedarán asombrados. Se miraran unos a otros y dirán: ‘¿Cómo se volvió tan sabio de repente?’


“Brian, tú puedes ser un gran líder, pero no sucederá en un día. Comienza a pagar el precio ahora”.
Lo que es cierto para Brian también es cierto para usted. Comience a desarrollar su liderazgo hoy, y algún día experimentará los efectos de la Ley del Proceso.


FASE 4—SIMPLEMENTE ACTUÓ POR LO QUE SE
Cuando usted está en la fase 3, puede ser muy eficaz como líder, pero tiene que pensar bien cada acción que ha de tomar. Sin embargo, cuando se halla en la fase 4, su capacidad de dirigir es casi automática. Y es allí donde la recompensa es más grande que la vida. Pero la única forma de llegar a ese lugar es obedecer la Ley del Proceso y pagar el precio.


PARA DIRIGIR MAÑANA, APRENDA HOY
El liderazgo se desarrolla diariamente, no en un día. Esta es una realidad dictada por la Ley del Proceso. Benjamin Disraeli dijo: “El secreto del buen éxito en la vida es que el hombre esté listo cuando le llega su tiempo”. Lo que una persona hace de manera disciplinada y consecuente la prepara, independientemente de cuál sea su meta. La leyenda del baloncesto, Larry Bird, llegó a ser muy sobresaliente en los tiros libres porque practicaba quinientos tiros cada mañana antes de ir a la escuela. Demóstenos, de la antigua Grecia, llegó a ser el más grande de los oradores porque recitaba versos con piedras en la boca y practicaba ante el rugido de las olas en la costa —y pudo hacerlo a pesar de haber nacido con un defecto de pronunciación. Usted necesita la misma dedicación para llegar a ser un gran líder.


La buena noticia es que su capacidad de liderazgo no es estática. No importa en qué punto comience, usted puede mejorar. Esto se aplica aun a los que han estado en el escenario mundial del liderazgo. Aunque la mayoría de los presidentes llega a la cumbre durante la ocupación de su cargo, otros siguen creciendo y después se convierten en mejores líderes, como el ex-presidente Jimmy Carter . Alguna gente cuestionó su capacidad como dirigente mientras estaba en la Casa Blanca. Sin embargo, en años recientes, el nivel de influencia de Carter ha aumentado continuamente. Su gran integridad y dedicación en su servidoala gente por medio de Habitat for Humanity yotras organizaciones han contribuido al aumento de su influencia. Y ahora ha sido reconocido en Malí donde fue armado caballero por su trabajo en la erradicación de cierto tipo de filariasis. Su vida impresiona ahora a mucha gente.


LUCHANDO POR ESCALAR
Hay un viejo refrán que dice: Los campeones no se convierten en campeones en el cuadrilátero —allí simplemente se les reconoce. Esto es cierto. Si usted quiere ver cómo alguien se forja como campeón, mire su rutina diaria. El antiguo campeón de peso pesado Joe Frazier dijo: “Usted puede trazar el plan de una pelea o el plan de una vida. Pero cuando comienza la acción, usted depende de sus reflejos. Allí es donde se demuestra el trabajo que ha hecho en la carretera. Si hizo trampas en la oscuridad de la madrugada, la gente se dar cuenta ahora bajo las luces brillantes”. El boxeo es una buena analogía del desarrollo del liderazgo porque consiste en una preparación diaria. Aunque la persona tenga talento natural, debe entrenarse y preparase para tener buen éxito. 3


Uno de los más grandes líderes de este país era fanático del boxeo: el presidente Theodore Roosevelt. De Hecho, en una de sus citas más famosas usa una analogía del boxeo:


No es el critico lo que cuenta, ni el hombre que señala cómo el hombre fuerte dio un traspié, ni qué hubiera hecho mejor el que realizaba el acto. El crédito es del hombre que se halla en la arena, cuya cara está estropeada por el polvo, el sudor, y la sangre; que lucha esforzadamente; que se equivoca y se queda corto una y otra vez; que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, y se dedica a una buena causa; que, en el mejor de los casos, conoce al final el triunfo de una gran realización; y que, en el peor, si falla, ha hecho al menos un intentoextraordinario, de modo que su lugar nunca ser cerca de aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota. 4


Roosevelt, que era también boxeador, era la máxima expresión de un hombre de acción. No sólo era un líder eficaz, sino que también fue el más pintoresco de todos los presidentes de los Estados Unidos. El historiador británico Hugh Erogan lo describió como “el hombre más capaz que se ha sentado en la Casa Blanca desde Lincoln; el más dinámico desde Jackson; el más estudioso desde John Quincy Adams”.


UN HOMBRE DE ACCIÓN
TR (sobrenombre de Roosevelt) es recordado como un hombre de acción, franco, y defensor de la vida dinámica. Mientras estaba en la Casa Blanca, era conocido por sus sesiones regulares de boxeo y judo, veloces paseos a caballo, y caminatas largas y agotadoras. Un embajador francés que visitó a Roosevelt acostumbraba a hablar de la ocasión en que acompañó al presidente a una caminata en el bosque. Cuando los dos hombres llegaron a la orilla de un arroyo que era muy profundo para ser atravesado a pie, TR se quitó la ropa y esperó que el dignatario hiciera lo mismo para que ambos pudieran nadar a la otra orilla. Nada representaba un obstáculo para Roosevelt.


En distintos momentos de su vida, Roosevelt fue vaquero en el oeste norteamericano, explorador y cazador de caza mayor, y soldado de caballería en la guerra contra España. Su entusiasmo y vigor parecían ilimitados. Como candidato a la vicepresidencia en 1900, dio seiscientos setenta y tres discursos y viajó veinte mil millas en campaña a favor del presidente McKinley. Y años después de su presidencia, mientras se preparaba para dar un discurso en Milwaukee, Roosevelt recibió un disparo en el pecho. Fue víctima de un atentado. Con una costilla rota y con la bala dentro de su pecho, Roosevelt insistió en dar su discurso de l hora antes de permitir que lo trasladaran al hospital.


ROOSEVELT COMENZÓ DESPACIO
De todos los líderes que ha tenido esta nación, Roosevelt fue uno de los más fuertes —físicamente y mentalmente. Pero no comenzó así. El presidente vaquero de norteamérica nació en Manhattan en el seno de una familia rica y eminente. Cuando niño era débil y muy enfermizo. Sufría de asma debilitante, tenía muy mala visión, y era terriblemente delgado. Sus padres no creían que sobreviviría.


Cuando tenía doce años, su padre le dijo: “Tienes la mente, pero no tienes el cuerpo, y sin la ayuda del cuerpo la mente no puede llegar tan lejos como debiera. Debes hacer el cuerpo. Y Roosevelt lo hizo. Vivió según la Ley del Proceso.


TR comenzó a dedicar un tiempo todos los días a cultivar su cuerpo y su mente, y lo siguió haciendo por el resto de su vida. Se ejercitaba con pesas, caminaba, patinaba sobre hielo, cazaba, remaba, montaba a caballo, y boxeaba. En años posteriores, Roosevelt evaluó su progreso y admitió que cuando niño era “nervioso y tímido. Sin embargo”, dijo é, “al leer acerca de las personas a las que admiraba … y conociendo a mi padre, sentía gran admiración por hombres audaces que se mantienen firmes en el mundo, y yo tenía un gran deseo de ser como ellos”. Cuando TR se graduó de Harvard, era como uno de ellos, y estaba listo para entrar en el mundo de la política.


NO HAY ÉXITO DE LA NOCHE A LA MAÑANA
Roosevelt tampoco se convirtió en un gran líder de la noche a la mañana. Su camino a la presidencia fue de crecimiento lento y continuo. Mientras sirvió en varias posiciones, desde jefe de policía de la ciudad de New York hasta presidente de los Estados Unidos, siguió aprendiendo y creciendo. Se mejoró a sí mismo, y con el tiempo llegó a ser un líder fuerte. Esto es prueba de que vivía según la Ley del Proceso.


La lista de realizaciones de Roosevelt es notable. Bajo su liderazgo, los Estados Unidos emergió como una potencia mundial. Ayudó al país a desarrollar una marina de guerra. Bajo su mandato se construyó el Canal de Panamá. Negoció la paz entre Rusia y Japón, y durante ese proceso obtuvo el Premio Nobel de la Paz. Y cuando el pueblo cuestionó su liderazgo —tomó la presidencia después del asesinato de Mckinley— hizo campaña y fue reelegido por el mayor número de votantes que jamás hubiera elegido a un presidente hasta ese momento.


Como era siempre un hombre de acción, al completar su período presidencial en 1909, inmediatamente viajó a Africa donde dirigió una expedición auspiciada por Smithsonian Institution. Unos cuantos años después, en 1913, con la colaboración de otro líder dirigió una expedición a un río inexplorado de Brasil. Esta era una aventura de aprendizaje que no podía desaprovechar. “Era mi última oportunidad de ser niño”, admitió posteriormente. Tenía cincuenta y cinco años.


El 6 de enero de 1919, en su hogar en New York, Theodore Roosevelt murió mientras dorm¡a. Entonces el vicepresidente Marshall dijo: “La muerte tenía que llevárselo dormido, porque si Roosevelt habría estado despierto, hubiera habido una pelea”. Cuando lo levantaron de su lecho, encontraron un libro debajo de su almohada. Hasta el último momento, Theodore Roosevelt estaba luchando por aprender y mejorarse a sí mismo. Aun se hallaba practicando la Ley del Proceso.


Si usted desea ser líder, le tengo buenas noticias: puede serlo. Todo el mundo tiene el potencial, pero no es algo que se alcanza de la noche a la mañana. Se necesita perseverancia. Y absolutamente no podrá pasar por alto la Ley del Proceso. El liderazgo no se desarrolla en un día. Toma toda una vida.


1 Sharon E. Epperson, “Death and the Maven”, Time, 18 de diciembre de 1995.
2 James K. Glassman, “An Old Lady’s Lesson: Patience Usually Pays”, Washington Post, 17 de diciembre de 1995, H01.
3 “The Champ”, Reader’s Digest, enero de 1972, 109.
4 Milton Meltzer, Theodore Roosevelt and His America (New York: Franklin Watts, 1994).

viernes, 3 de abril de 2009

SOBRE LA URBANIDAD DE CARREÑO


¿Estará ciertamente el tan mencionado “MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS DE CARREÑO” pasado de moda como algunos opinan? Bien lo dijo el mismísimo Manuel Antonio Carreño: Nada más que decir... conocido por muchos pero practicado por pocos.

Queridos amigos, apreciados estudiantes del Columbia College, estimados estudiantes de las diferentes instituciones educativas de nuestra Ciudad Bonita, respetables maestros y educadores de Santander, honorables servidores públicos, apreciados santandereanos.

Manuel Antonio Carreño (1812-1874), Venezolano, político y escritor, alumno de Andrés Bello, con inclinación diplomática y dedicado a tomar apuntes de la vida diaria para plasmarlos como normas, recogió en su manual de urbanidad y buenas maneras las formas más elementales y las reglas sobre los buenos modales para relacionarse en sociedad. Su excelente obra, escrita en 1853, abarca dos grandes campos del deber moral:

1. "Los Deberes morales del hombre", en donde desarrolla esas obligaciones para con Dios, para con la sociedad, para con nuestros padres, para con la Patria, para con nuestros semejantes y para con nosotros mismos.

2. “Los Deberes sociales del hombre”, en donde expone las normas del aseo, sobre el modo de conducirnos dentro de la casa, en diferentes lugares fuera del hogar y en la sociedad.

Sea cual fuere nuestra manera de pensar con respecto a la urbanidad y las buenas costumbres, no se puede negar que lo más lindo de ellas es que cuando las aplicamos esto se convierte en un acto de generosidad, muy alejado del acartonamiento con que muchos las identifican ya que están dirigidas a hacer que las personas que nos rodean se sientan a gusto.

“¿Qué diría Carreño?”. “Si te viera Carreño…”. Frases como estas las hemos escuchado de boca de nuestras madres, tías, abuelos y superiores, sin dejar de lado la clásica frase: “Eso está en el libro de Carreño”, que puede venir en forma de indicación o pregunta.

Aunque los tiempos han cambiado, el decir de muchos, es que la urbanidad de Carreño ayudó a enderezar generaciones enteras en el siglo pasado. Hoy, luego de varias generaciones que crecieron sin normas porque sus padres fueron los rebeldes de los años sesenta, devotos de una utopía que buscaba un mundo mejor y que nunca llegó, nos encontramos inmersos en una realidad social con ausencia de convivencia y autorregulación.
La tendencia común de las mayorías es a saltar las reglas. Mucha gente piensa que si la ciudad o el país no les dan nada, entonces no tiene por qué devolverle nada a cambio.

¿QUÉ TAL volver a cederle el puesto a las mujeres en el bus, tratar con respeto y consideración a los mayores, levantarse para saludar y conservar las maneras de acuerdo con las jerarquías sociales?
¿QUÉ TAL si volvemos a seguir los preceptos del Manual de Urbanidad de Carreño?

Viéndolo bien, no esta nada mal que recordemos preceptos como:

.- Es indecoroso fumar en la calle o hacerlo sin haber pedido permiso a los presentes, especialmente a sabiendas de que el olor a cigarro puede ofender o incomodar a alguien.

.- Nada puede haber más indigno de una buena educación que el faltar a la verdad, sobre todo cuando esto se hace por costumbre.

.- Debemos cuidar esmeradamente y cultivar el sentimiento de la gratitud, no borrando jamás del alma el bien que se reciba, por pequeño que sea, y aprovechando siempre las ocasiones que la fortuna ofrezca para recompensarlo.

.- El hombre de buenos principios no sólo sabe conducirse dignamente con las personas con quienes está relacionado, sino que tributa también sus consideraciones a la sociedad entera…

El grupo de investigación de Periodismo Público de la Universidad Pontificia Bolivariana, dirigido por Ana María Miralles, que se encargó de tomar nota de las inquietudes entre un grupo de 4.487 participantes, quienes respondieron a la pregunta de “qué debe ser lo más importante en la educación de los jóvenes hoy”, concluyó:
"Se han perdido muchos valores”.

Es importante que los jóvenes escuchen lo que decimos porque nunca nos han escuchado", contestó, por ejemplo, Carmen Martínez, secretaria de profesión.
Inquietudes como la de Carmen no son aisladas. De hecho, del total de 4.487 entrevistas, cerca del 35% expresó su preocupación por temas relacionados con la pérdida de valores y la necesidad de reconquistar el respeto, la disciplina y la solidaridad, entre otros tópicos.

Analizando de manera general este asunto de la urbanidad, lo que buscan padres y maestros en general no es enseñarles a los jóvenes a sentarse sin cruzar la pierna, sino a respetar su casa, su familia y la sociedad en la que viven.

Según Ana María Miralles, la gente está inquieta por el tema de la ética y por una formación que haga participar a los jóvenes en un proyecto colectivo. "Las mayorías en Colombia sentimos que no hay proyecto de país, que cada cual está jugando al sálvese quien pueda y a llevarse al otro por delante. Estamos preocupados porque hay un individualismo a ultranza, exceso de consumismo y una cultura del dinero fácil, alimentada por unos medios de comunicación que son escenario diario de los anti valores".

En este sentido, un manual como el del diplomático venezolano, que enseñe, así suene obvio, la manera de comportarse dentro de un hogar, con las obligaciones pertinentes de cada miembro, así como las actitudes propias de un individuo en la sociedad, de acuerdo con su educación, no harían sino exaltar valores tan fundamentales como el respeto y la solidaridad y el amor por los principios universales que determinan el destino de los pueblos.

No pretendemos decir con esta marcha pacífica que la responsabilidad educativa y la obligación de volcar el corazón de nuestros niños y jóvenes hacia los principios y valores recae solamente sobre las instituciones educativas o se limita al escenario de un aula de clases. Es imperiosa una reforma en el pensamiento de TODA la sociedad colombiana, incluyendo a los padres y a los mayores.

A nuestro parecer, los padres postmodernos no están ejerciendo la función de ser adultos, "una función tutelar, responsable, contenedora y amorosa", y en lugar de ello, le juegan a los caprichos de sus hijos, plegándose a todo cuanto la sociedad de consumo les ofrece: Así no se educa a una generación con sentido de destino sino que se inmortaliza una generación con destino sin sentido.

Ninguna Institución, comunidad o nación podrá garantizar confiabilidad y gobernabilidad, hasta no elevar el nivel de competencias y valores de sus integrantes. La razón, la mente del ser humano es la única cosa creada que no cuenta con un sistema que la autorregule. Todo lo que no se autorregula, se autodestruye.

Los valores absolutos crean un sistema de autorregulación en la mente del ser humano que lo auto gobierna aún sin la supervisión de otro, convirtiéndolo en una fuerza conductora hacia el logro y la convivencia.

Porque es urgente la necesidad de afirmación de principios y valores que logren imprimirle un carácter moral a nuestro pueblo, porque es esencial la transformación y desarrollo del pensamiento de nuestra sociedad, porque la verdadera cultura es la que aumenta y se enriquece en principios y valores, queremos retomar las bases y fundamentos sólidos de los PRINCIPIOS UNIVERSALES y LA URBANIDAD para la construcción del CARÁCTER de un CIUDADANO MADURO, COMPLETO Y PREPARADO PARA HACER EL BIEN.

EL COLUMBIA COLLEGE QUIERE DE VUELTA LA URBANIDAD DE CARREÑO EN NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO Y EN EL SENO DE CADA FAMILIA DE NUESTRA AMADA COLOMBIA.